‘CUANDO
SEA GRANDE NO SERÉ IGUAL QUE MI PAPA O MI MAMA’
Palabras
clave: jóvenes, filosofía, sociedad, futuro
INTRODUCCIÓN
Esta
ponencia trata sobre la etapa quizás más
difícil de nuestras vidas como lo es la juventud o adolescencia. Se dice en la
filosofía que lo importante es preguntarse sobre la propia vida. Y en estos
momentos se presenta la pregunta por la adolescencia, y el grado grande de dificultad para poderla
comprender. Y esto lo hago, no obstante que Aristóteles ha dicho, en la Ética
para Nicómaco,
que la filosofía no es cosa de jóvenes, sino de viejos que ya han apagado sus
impulsos primarios.
El
texto se estructura en tres partes. En primer lugar se abordará el problema de
la juventud desde la filosofía, luego desde el punto de vista de los padres y
por último desde la perspectiva de los jóvenes mismos, nosotros que somos el
problema.
El
escrito se realiza para ver la problemática que está surgiendo a causa de esta
fase incontrolable e inevitable de omitir y que a pesar de todos los altercados
y demás dificultades que se presenten, siempre habrá una solución para salir de
ella triunfantes, o por lo menos vivos.
Desde
la filosofía
Como
ya se citó a Aristóteles al decir que éste considera a los jóvenes no aptos
para la filosofía, se le podría contradecir un poco. Aristóteles comienza
diciendo en la Ética para Nicómaco que
todos por naturaleza buscamos la felicidad, y al considerar cual es la
felicidad para mí y dudar y juzgar las diferentes posibilidades ya estoy
haciendo filosofía.
En el
texto de Fernando Savater, Ética para amador, que
al parecer hace referencia a Aristóteles, se nos habla de cómo desde la
filosofía se puede comprender esta etapa de la vida sin pasar por un tonto o
uno del montón, para aprovechar más la libertad y vivir con ganas.
Así,
una cuestión a tener en cuenta es si los jóvenes nos regimos por órdenes,
caprichos o costumbres. Muchas veces las órdenes y las costumbres son las que
predominan: padres, profesores, sacerdotes, reglamentos, aunque los caprichos
no se quedan atrás. Incluso hay jóvenes que por el desespero de ejercer su
libertad solo se dejan llevar por el capricho con la idea de que solo con el
hecho de llevar la contraria ya se es libre. ¿Entonces cómo actuar? ¿Cómo
justificar la levantada de la cama a las 5 de la mañana de la mañana y el uso
de un uniforme?
Lo
que se debe hacer, según Savater es lo que a uno más le conviene. Hacer lo que
uno quiere, teniendo la precaución de no dañar lo que está a nuestro alrededor,
incluido el prójimo, actuar a conciencia, dándose una buena vida.
Por
otro lado, Savater le recomienda a su hijo Amador, su más grande obligación: la
de no ser imbécil. Con esto se refiere a ser un espíritu fuerte, que piensa,
duda, tiene la mente abierta y no lo da todo por sentado y esto lo esclaviza.
En últimas este texto plantea que la juventud si puede ir con la filosofía, no
por vanidad u obligación, sino como una forma de abordar la vida, una forma de
vivir.
Aunque
escuchar a los filósofos no es muy recomendable desde los tiempos de Sócrates.
Pues una de las condenas fue que corrompía a la juventud, la infectaba con su
filosofía. Y los jóvenes están entre estos dos personajes: Sócrates, que confía
en la juventud y en su capacidad de razonamiento, en que son capaces de ser
virtuosos por sí solos; y los educadores del Estado que solo adiestran para la
obediencia.
Desde los padres de familia
La
postura de los padres frente a la juventud es quizás la más extendida y común, precisamente porque es
con ellos con quienes más se convive, y la convivencia es diferente de la
teoría. Algunas de las concepciones más comunes de los padres de familia sobre
la juventud son:
Los
jóvenes andan siempre confundidos entre la autoridad de los padres, de los
amigos y de los medios de comunicación
Los
jóvenes no quieren aprender y solo les gusta estar metidos en Facebook
Esta
etapa es un ciclo es en la cual el joven entra a creerse el ser superior y es
allí donde comienzan los problemas y conflictos.
Los
jóvenes solo piensan en romper límites y reglas, sexo, alcohol y
drogas, emociones, celulares e internet.
Para
desarrollar esta idea un poco más nos podemos ubicar si hemos leído La
carta al padre de Kafka.
De hecho, la infancia y adolescencia de Kafka, están marcadas por la rigidez de
su padre, que en un intento de educarle como el mejor, le influyó negativamente
aportando una enorme opresión sobre él. Esto tuvo grandes consecuencias en la
vida posterior del escritor, ya que nunca fue seguro de sí mismo y nunca actuó
en la vida como su padre intento enseñarle, porque estaba sumido en un mundo de
miedo e interrogantes que él no comprendía.
Lo anterior sucede cuando un padre no le
tiene la suficiente paciencia a su hijo y lo único que hacen es sembrarle miedo
por las actitudes no sabe si le van a gustar o disgustar a sus padres.
El
joven, para poder acabar con esto necesita ayuda, ser apoyado por la sociedad,
sentirse orientado hacia lo mejor que al él le puede convenir, ser aceptado en
su familia demostrarle el gran afecto que todos ellos sienten por él, no
dejarlo solo, hacerle sentir y hacerle conocer que para él está una cantidad de
personas dispuestas a auxiliarlo y que no se sienta culpado por las situaciones
que han acontecido o lo han afectado al interior y exterior de su vida.
Tratarlo, no como a un enfermo o a un inferior, sino como un miembro importante
de la sociedad.
Desde
nosotros los jóvenes
En
esta etapa los jóvenes comenzamos a tener dificultades, problemas que ya no son
los mismos de la infancia. El mundo está en nuestras manos, y éstas son las
únicas armas en esta época. Son nuestras manos con lo único que creemos que se pueden defender la vida,
dirigiendo esto con su corazón y el
pensamiento.
Y sí
es una etapa donde podemos acercarnos a la filosofía. Precisamente es ahora
cuando nos estamos preguntando ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Qué esperan las
personas de mí? ¿Qué es mejor, actuar de acuerdo con el qué dirán o según mi
propio criterio? ¿Será que sí tengo criterio propio o todo lo que digo es
repetición de lo que me han enseñado en casa o en la escuela?
Los adolescentes podemos llegar a enfrentar una
crisis debido a estas preguntas que se realizan constantemente, ya que es una
etapa en la vida donde en que nos damos cuenta de que los padres, los
profesores y la sociedad tienen expectativas sobre nosotros y esto puede
provocar que nos estresemos. Somos el futuro de la humanidad.
Los
padres no entienden lo que vive el adolescente. Creen que su rebeldía son
ataques personales y que su actitud cambió de un día para el otro. Que de ser
usted su gran héroe, ahora es su “archienemigo”.
Todo
surge cuando la rebeldía llega, cuando no se sabe decidir, cuando queremos
hacer las cosas a nuestra manera, ponernos pintas extrañas y seguir sendas que
muchas veces son tildadas de “malos pasos” y “malas amistades”. Cuando le damos
más importancia al presente que al futuro, entonces entramos en conflictos con
padres y profesores.
El joven no es más que una etapa de
nuestra vida que debemos vivir, una etapa donde todo parece posible, donde el
infinito es posible, donde la palabra imposible provoca risa y la palabra
difícil es simplemente un obstáculo que tenemos la seguridad de sobrepasar sin
mayores dificultades; es la etapa con que la vida nos premia permitiendo soñar
y alcanzando nuestros sueños.
Con el paso del tiempo esta furia
interior se va viendo menguada por las responsabilidades, por el entender que
no todo es posible así lo deseemos con toda el alma.
Se
debe tener en cuenta que cada vez la situación es más difícil porque los padres
casi no se encuentran en casa. Antes al menos la madre se quedaba en casa al
cuidado de los chicos, pero ahora su educación y orientación se le dejó al
colegio. Los papás solo piensan en los hijos, en ocasiones, cuando hay entrega
de notas o reuniones en el colegio. Son pocos los padres que están pendientes
de todo el desarrollo de sus hijos. Se los dejan al televisor o al computador.
Ya
para concluir con el paso del tiempo toda esta rabia pasará al ver y darse
cuenta que no todo es posible así lo deseemos desde lo más profundo de nuestro
corazón. Nosotros los jóvenes de ahorita seremos los adultos y los viejos del mañana que
quizás camine por la vida con más tranquilidad. Pero por ahora no somos viejos
y dudamos de la palabra madurez. Quizás con el tiempo entendamos el significado
de esta palabra tan mencionada y que ahorita resuena tanto. Tal vez mas tarde
llevemos de la mano con nosotros a nuestros hijos mientras recordando una vieja y muy conocida frase de
jóvenes: ‘CUANDO SEA GRANDE NO SERÉ IGUAL QUE MI PAPA O MI MAMA’.
CONCLUSIONES
Con
este tema se ha podido llegar a la conclusión que esta etapa es difícil de
pasar y que cada vez que pasa el tiempo más será difícil de controlar pero que
para ello siempre habrá una solución con tal los padres y la sociedad
demuestren un apoyo condicional y verdadero para superarla.
Tanto
el punto de vista de la filosofía y el punto de vista de los jóvenes tienen
cierta igualdad porque los dos hablan de las malas decisiones que se toman para
salir de un problema pero también nos explican y nos abren los ojos de las
consecuencias que estamos sufriendo al no poner cuidado a las sugerencias y
ayudas que nos brindan a diario nuestro padres o nuestros educadores.
Con
esta ponencia he podido comprender bien el concepto de juventud una fase
difícil de manejar pero que marca para el resto de la vida
BIBLIOGRAFÍA
Kafka,
F. Carta al padre.
Savater,
F. Ética
de amador
Aristóteles.
Ética
a Nicómaco
Platón.
Apología de Sócrates
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