lunes, 7 de noviembre de 2016

‘CUANDO SEA GRANDE NO SERÉ IGUAL QUE MI PAPA O MI MAMA’

Palabras clave: jóvenes, filosofía, sociedad, futuro

INTRODUCCIÓN
Esta ponencia trata sobre la  etapa quizás más difícil de nuestras vidas como lo es la juventud o adolescencia. Se dice en la filosofía que lo importante es preguntarse sobre la propia vida. Y en estos momentos se presenta la pregunta por la adolescencia, y el  grado grande de dificultad para poderla comprender. Y esto lo hago, no obstante que Aristóteles  ha dicho, en la Ética para Nicómaco, que la filosofía no es cosa de jóvenes, sino de viejos que ya han apagado sus impulsos primarios.
El texto se estructura en tres partes. En primer lugar se abordará el problema de la juventud desde la filosofía, luego desde el punto de vista de los padres y por último desde la perspectiva de los jóvenes mismos, nosotros que somos el problema.
El escrito se realiza para ver la problemática que está surgiendo a causa de esta fase incontrolable e inevitable de omitir y que a pesar de todos los altercados y demás dificultades que se presenten, siempre habrá una solución para salir de ella triunfantes, o por lo menos vivos.
Desde la filosofía
Como ya se citó a Aristóteles al decir que éste considera a los jóvenes no aptos para la filosofía, se le podría contradecir un poco. Aristóteles comienza diciendo en la Ética para Nicómaco que todos por naturaleza buscamos la felicidad, y al considerar cual es la felicidad para mí y dudar y juzgar las diferentes posibilidades ya estoy haciendo filosofía.
En el texto de Fernando Savater, Ética para amador, que al parecer hace referencia a Aristóteles, se nos habla de cómo desde la filosofía se puede comprender esta etapa de la vida sin pasar por un tonto o uno del montón, para aprovechar más la libertad y vivir con ganas.
Así, una cuestión a tener en cuenta es si los jóvenes nos regimos por órdenes, caprichos o costumbres. Muchas veces las órdenes y las costumbres son las que predominan: padres, profesores, sacerdotes, reglamentos, aunque los caprichos no se quedan atrás. Incluso hay jóvenes que por el desespero de ejercer su libertad solo se dejan llevar por el capricho con la idea de que solo con el hecho de llevar la contraria ya se es libre. ¿Entonces cómo actuar? ¿Cómo justificar la levantada de la cama a las 5 de la mañana de la mañana y el uso de un uniforme?
Lo que se debe hacer, según Savater es lo que a uno más le conviene. Hacer lo que uno quiere, teniendo la precaución de no dañar lo que está a nuestro alrededor, incluido el prójimo, actuar a conciencia, dándose una buena vida.
Por otro lado, Savater le recomienda a su hijo Amador, su más grande obligación: la de no ser imbécil. Con esto se refiere a ser un espíritu fuerte, que piensa, duda, tiene la mente abierta y no lo da todo por sentado y esto lo esclaviza. En últimas este texto plantea que la juventud si puede ir con la filosofía, no por vanidad u obligación, sino como una forma de abordar la vida, una forma de vivir.
Aunque escuchar a los filósofos no es muy recomendable desde los tiempos de Sócrates. Pues una de las condenas fue que corrompía a la juventud, la infectaba con su filosofía. Y los jóvenes están entre estos dos personajes: Sócrates, que confía en la juventud y en su capacidad de razonamiento, en que son capaces de ser virtuosos por sí solos; y los educadores del Estado que solo adiestran para la obediencia.
Desde  los padres de familia
La postura de los padres frente a la juventud es quizás la  más extendida y común, precisamente porque es con ellos con quienes más se convive, y la convivencia es diferente de la teoría. Algunas de las concepciones más comunes de los padres de familia sobre la juventud son:
Los jóvenes andan siempre confundidos entre la autoridad de los padres, de los amigos y de los medios de comunicación
Los jóvenes no quieren aprender y solo les gusta estar metidos en Facebook
Esta etapa es un ciclo es en la cual el joven entra a creerse el ser superior y es allí donde comienzan los problemas y conflictos.
Los jóvenes solo piensan en romper límites y reglas, sexo, alcohol y drogas, emociones, celulares e internet.
Para desarrollar esta idea un poco más nos podemos ubicar si hemos leído La carta al padre de Kafka. De hecho, la infancia y adolescencia de Kafka, están marcadas por la rigidez de su padre, que en un intento de educarle como el mejor, le influyó negativamente aportando una enorme opresión sobre él. Esto tuvo grandes consecuencias en la vida posterior del escritor, ya que nunca fue seguro de sí mismo y nunca actuó en la vida como su padre intento enseñarle, porque estaba sumido en un mundo de miedo e interrogantes que él no comprendía.
 Lo anterior sucede cuando un padre no le tiene la suficiente paciencia a su hijo y lo único que hacen es sembrarle miedo por las actitudes no sabe si le van a gustar o disgustar a sus padres.
El joven, para poder acabar con esto necesita ayuda, ser apoyado por la sociedad, sentirse orientado hacia lo mejor que al él le puede convenir, ser aceptado en su familia demostrarle el gran afecto que todos ellos sienten por él, no dejarlo solo, hacerle sentir y hacerle conocer que para él está una cantidad de personas dispuestas a auxiliarlo y que no se sienta culpado por las situaciones que han acontecido o lo han afectado al interior y exterior de su vida. Tratarlo, no como a un enfermo o a un inferior, sino como un miembro importante de la sociedad.
Desde nosotros los jóvenes
En esta etapa los jóvenes comenzamos a tener dificultades, problemas que ya no son los mismos de la infancia. El mundo está en nuestras manos, y éstas son las únicas armas en esta época. Son nuestras manos con lo único que  creemos que se pueden defender la vida, dirigiendo esto con su corazón y el  pensamiento.
Y sí es una etapa donde podemos acercarnos a la filosofía. Precisamente es ahora cuando nos estamos preguntando ¿Quién soy? ¿Qué quiero? ¿Qué esperan las personas de mí? ¿Qué es mejor, actuar de acuerdo con el qué dirán o según mi propio criterio? ¿Será que sí tengo criterio propio o todo lo que digo es repetición de lo que me han enseñado en casa o en la escuela?
Los  adolescentes podemos llegar a enfrentar una crisis debido a estas preguntas que se realizan constantemente, ya que es una etapa en la vida donde en que nos damos cuenta de que los padres, los profesores y la sociedad tienen expectativas sobre nosotros y esto puede provocar que nos estresemos. Somos el futuro de la humanidad.
Los padres no entienden lo que vive el adolescente. Creen que su rebeldía son ataques personales y que su actitud cambió de un día para el otro. Que de ser usted su gran héroe, ahora es su “archienemigo”.
Todo surge cuando la rebeldía llega, cuando no se sabe decidir, cuando queremos hacer las cosas a nuestra manera, ponernos pintas extrañas y seguir sendas que muchas veces son tildadas de “malos pasos” y “malas amistades”. Cuando le damos más importancia al presente que al futuro, entonces entramos en conflictos con padres y profesores.
El joven no es más que una etapa de nuestra vida que debemos vivir, una etapa donde todo parece posible, donde el infinito es posible, donde la palabra imposible provoca risa y la palabra difícil es simplemente un obstáculo que tenemos la seguridad de sobrepasar sin mayores dificultades; es la etapa con que la vida nos premia permitiendo soñar y alcanzando nuestros sueños.
Con el paso del tiempo esta furia interior se va viendo menguada por las responsabilidades, por el entender que no todo es posible así lo deseemos con toda el alma.

Se debe tener en cuenta que cada vez la situación es más difícil porque los padres casi no se encuentran en casa. Antes al menos la madre se quedaba en casa al cuidado de los chicos, pero ahora su educación y orientación se le dejó al colegio. Los papás solo piensan en los hijos, en ocasiones, cuando hay entrega de notas o reuniones en el colegio. Son pocos los padres que están pendientes de todo el desarrollo de sus hijos. Se los dejan al televisor o al computador.

Ya para concluir con el paso del tiempo toda esta rabia pasará al ver y darse cuenta que no todo es posible así lo deseemos desde lo más profundo de nuestro corazón. Nosotros los jóvenes de ahorita seremos  los adultos y los viejos del mañana que quizás camine por la vida con más tranquilidad. Pero por ahora no somos viejos y dudamos de la palabra madurez. Quizás con el tiempo entendamos el significado de esta palabra tan mencionada y que ahorita resuena tanto. Tal vez mas tarde llevemos de la mano con nosotros a nuestros hijos mientras  recordando una vieja y muy conocida frase de jóvenes: ‘CUANDO SEA GRANDE NO SERÉ IGUAL QUE MI PAPA O MI MAMA’.


CONCLUSIONES
Con este tema se ha podido llegar a la conclusión que esta etapa es difícil de pasar y que cada vez que pasa el tiempo más será difícil de controlar pero que para ello siempre habrá una solución con tal los padres y la sociedad demuestren un apoyo condicional y verdadero para superarla.
Tanto el punto de vista de la filosofía y el punto de vista de los jóvenes tienen cierta igualdad porque los dos hablan de las malas decisiones que se toman para salir de un problema pero también nos explican y nos abren los ojos de las consecuencias que estamos sufriendo al no poner cuidado a las sugerencias y ayudas que nos brindan a diario nuestro padres o nuestros educadores.
Con esta ponencia he podido comprender bien el concepto de juventud una fase difícil de manejar pero que marca para el resto de la vida


BIBLIOGRAFÍA

Kafka, F.   Carta al padre.
Savater, F. Ética de amador
Aristóteles. Ética a Nicómaco
Platón. Apología de Sócrates






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